Las conexiones a redes wifi gratuitas han de tenerse en cuenta tanto si se está usando para cuestiones personales, como si se está haciendo uso de ella mientras se trabaja con información laboral: correos electrónicos, mensajes y todo tipo de datos podrían estar siendo monitorizados. El propio gestor de la red puede tener control sobre la misma y acceder al tráfico que pasa por ella. 

También es muy posible introducir cualquier tipo de malware en una red gratuita, de tal forma que todas las personas que se conectan podrían poner en peligro su información. 

Por todas estas razones, conectarse a una red abierta no es recomendable.

Este es un peligro bastante extendido, ya que cualquier usuario puede verse en la situación de conectarse a una red wifi gratuita en un momento dado, como en un viaje, si no se tiene acceso a datos.

Esto no quiere decir que no sea posible conectarnos a estas redes, pero se deben buscar siempre las máximas garantías de seguridad. Por ejemplo, una red de una institución pública siempre puede ser más confiable que una red de una cafetería.

Mientras estamos conectados a una red wifi pública, se recomienda no utilizar aplicaciones donde se puedan comprometer datos de especial interés para los ciberdelincuentes, como claves de acceso a aplicaciones bancarias o claves de usuario de plataformas empresariales.